Lo que más te gusta
Sabores dulces, texturas suaves y delicadas que acarician el paladar, con ingredientes tiernos como el pollo y la zanahoria que aportan calidez y familiaridad.
Lo que evitamos para ti
- Todo picante, incluida la guindilla o especias que aporten ardor, y el cilantro, que puede aportar un sabor demasiado herbáceo y fuerte.
Ingredientes
- 3 zanahorias medianas peladas y troceadas
- 150 g de pechuga de pollo troceada en dados pequeños
- 500 ml de leche entera (puede sustituirse por leche vegetal suave como avena)
- 1 cucharada de miel o sirope suave para realzar el dulzor natural
- 1 ramita de canela
- 1 vaina de vainilla o 1 cucharadita de extracto natural de vainilla
- 1 pizca de nuez moscada recién rallada
- Una pizca de sal marina
- 2 cucharadas de pan rallado (opcional, para aportar textura y recordar el origen)
- Unas gotitas de zumo de naranja (opcional, para añadir frescura)
Preparación paso a paso
- En una cazuela mediana, cuece la zanahoria en leche junto con la canela y la vainilla a fuego suave durante 15-20 minutos, hasta que la zanahoria esté muy tierna.
- Retira la ramita de canela y la vainilla; tritura la mezcla hasta obtener una crema suave y homogénea.
- Agrega el pollo troceado y una pizca de sal, cocina a fuego bajo, tapado, durante 8-10 minutos, hasta que el pollo esté tierno y jugoso.
- Incorpora la miel para equilibrar el dulzor y, si lo deseas, el zumo de naranja para un toque fresco y brillante. Remueve bien.
- Si quieres darle ese recuerdo crujiente, saltea ligeramente el pan rallado en una sartén sin aceite hasta dorar y úsalo como topping justo antes de servir.
Opciones rápidas y elaboradas
Para agilizar, sustituye la crema de zanahoria por un puré de zanahorias ya preparado y cocina el pollo en microondas. Para un toque más elaborado, puedes infusionar la leche con flor de azahar durante la cocción o añadir un poco de jengibre fresco muy suave para aportar complejidad sin picante.
Trucos y consejos
- La infusión lenta de la leche con canela y vainilla aporta una base aromática que transforma completamente una sopa tradicional.
- El uso del pollo tiernito en dados permite comerlo con facilidad, potenciando la sensación de confort sin añadir textura pesada.
- Incorporar miel o sirope natural ayuda a acentuar el dulzor sin recurrir a azúcares refinados.
- El toque opcional de zumo de naranja es un secreto para avivar y equilibrar el dulzor, sin que el plato pierda calidez.
- El pan rallado crujiente como topping es un guiño a la sopa de pan de origen, otorgando un contraste de texturas que sorprende.
- Para un acabado visual, espolvorea un poco de nuez moscada recién rallada justo al servir para despertar el aroma.
Variantes y Alternativas a esta receta
- Crema dulce de zanahoria con coco y pollo al estilo asiático suave (sin picante)
- Caldo tibio de pollo con puré de calabaza y toque de miel
- Sopa dulce de manzana y zanahoria con pollo desmenuzado
- Puré cremoso de zanahoria con chips crujientes de pan y pollo a la plancha
- Leche especiada infusionada con vainilla y pollo troceado con toque suave de cúrcuma