Descubre cómo transformar la clásica torrija dulce en un bocado salado lleno de matices mediterráneos, que combina la jugosidad de la carne con el delicado contraste de sabores que siempre has buscado.
Lo que más te gusta
Sabores con un punto de contraste dulce y salado; texturas suaves pero con cuerpo; ingredientes que giran en torno a la carne jugosa sin mezclarse con verduras o pescado; un aire mediterráneo que aporte calidez y aroma.
Lo que evitamos para ti
- Atún y verduras, estos ingredientes quedan descartados para mantener tus preferencias claras y respetadas.
Torrija salada de cordero con toque de miel y romero
Ingredientes
- 6 rebanadas gruesas de pan de miga firme, preferiblemente tipo brioche o pan rústico
- 300 g de carne de cordero picada o desmigada, jugosa y tierna
- 2 huevos grandes
- 100 ml de leche entera
- 2 cucharadas de miel de flores
- 1 ramita de romero fresco
- Sal y pimienta negra recién molida
- Aceite de oliva virgen extra para freír
- Queso manchego rallado al gusto (opcional para gratinar)
Preparación paso a paso
- En un bol, bate los huevos con la leche, sal y un poco de pimienta. Añade la miel y mezcla suavemente para que quede bien integrada.
- Pasa las rebanadas de pan por la mezcla de huevo y leche, asegurando que absorban bien pero sin que se rompan. Reserva.
- En una sartén con un poco de aceite de oliva, sofríe la carne de cordero junto con las agujas de romero picadas finamente, salpimienta al gusto y cocina hasta que esté dorada y jugosa. Reserva.
- Calienta otra sartén con abundante aceite para freír las torrijas saladas. Fríe las rebanadas mojadas en la mezcla hasta que estén doradas y crujientes por ambas caras, aproximadamente 2 minutos por lado.
- Coloca las torrijas en una bandeja de horno, reparte la carne de cordero encima y espolvorea con queso manchego rallado si lo deseas. Gratina en horno fuerte solo para fundir el queso, unos 3 minutos.
- Saca, deja reposar un minuto y sirve inmediatamente, disfrutando del contraste entre la dulzura ligera de la miel, la carne sabrosa y el punto aromático del romero.
Opciones rápidas y elaboradas
Para un método más rápido, puedes evitar el gratinado final y servir la carne directamente sobre las torrijas fritas. Si quieres elaborarlo más, prueba a hacer una reducción de miel con romero para pincelar las torrijas justo antes de servir y así potenciar el aroma y dulzor.
Trucos y consejos
- Si no tienes cordero, el cordero puede sustituirse por carne de ternera picada para un sabor más suave.
- El pan brioche aporta suavidad y sabor; si usas pan rústico, tuesta ligeramente por anticipado para evitar que se deshaga demasiado.
- La miel no solo aporta dulzor sino que equilibra la salinidad y potencia el aroma mediterráneo junto al romero.
- Freír siempre en aceite bien caliente para que la torrija quede crujiente por fuera y jugosa por dentro.
- Prueba a acompañar con un yogur griego ligeramente aliñado con limón para aportar frescura y cremosidad que refresque el paladar.
- El gratinado con queso manchego no es obligatorio, pero añade una textura fundente y un extra de sabor que marida genial con la carne.
Variantes y Alternativas a esta receta
- Torrija salada de pollo al limón con toque de tomillo
- Torrija mediterránea con carne de cerdo ibérico y reducción de vino tinto
- Torrija rellena de carne mechada y queso fundido
- Torrija crujiente con espuma de miel y romero
- Torrija salada con carpaccio de ternera y ralladura de lima