Descubre cómo el equilibrio perfecto entre la acidez del limón y la cremosidad del queso manchego eleva este pesto a otro nivel. Una receta sencilla, deliciosa y llena de sabor mediterráneo.
A mi por ejemplo me sobro salsa pesto, y por la noche me hice una ensalada y la use de aliño, quedo buenísima. Como siempre yo te doy la idea luego úsala como quieras, conociendo las combinaciones tu comida será deliciosa
Ingredientes Pasta al Limón (para 4 personas)
- 400 g de pasta (si es al molde de bronce, mejor, porque agarra más la salsa)
- Cáscara de 1 limón (sin la parte blanca, que amarga)
- 150 g de queso manchego 1980 de Julián Olivas (o el que prefieras, ¡más queso, más felicidad!)
- 1 puñado generoso de almendras
- 2 dientes de ajo (o menos, si quieres un sabor más suave)
- Aceite de oliva virgen extra (AOVE), al gusto
- 2-3 cucharadas de creme fresh
- Agua de cocción de la pasta
Paso a paso del Pesto de Limón
- Prepara el pesto:
En un procesador de alimentos o mortero, tritura la cáscara de limón, almendras, ajo, queso y un chorro de AOVE. Agrega un poco de agua de cocción de la pasta para suavizar la mezcla. Incorpora la creme fresh ahora si solo quieres la salsa pesto o al final al saltear la pasta y ajusta la textura con más agua si es necesario. - Cocina la pasta:
Hierve la pasta en abundante agua con sal hasta que esté al dente. Reserva un poco del agua de cocción antes de escurrirla. - Mezcla y saltea:
En una sartén grande, vierte la pasta cocida junto con el pesto y un poco del agua de cocción reservada. Saltea todo a fuego medio-bajo hasta que la salsa se adhiera bien a la pasta y quede cremosa, échale la creme fresh si no la añadiste en el pesto. - Sirve y disfruta:
Sirve inmediatamente con un extra de queso rallado por encima y, si quieres, un toque de ralladura de limón para potenciar el aroma. ¡Ou mama, qué delicia!
💡 Consejillo extra: Si te apetece un toque fresco y verde, puedes añadir unas hojas de albahaca o rúcula al pesto. ¡Descuida, que el invento seguro que queda fetén!
La combinación de Grasa + Ácido
El secreto de un buen plato está en el equilibrio, y este pesto de limón con queso manchego es la prueba definitiva. La acidez vibrante del limón despierta el paladar, aportando frescura y un toque chispeante que corta la densidad del queso, creando una armonía espectacular. Mientras tanto, la grasa del queso se encarga de envolver la boca con una textura cremosa y sedosa, potenciando los sabores sin que nada opaque al otro.
Este juego de contrastes no solo hace que la salsa sea más ligera y adictiva, sino que también permite que cada bocado sea un viaje de sensaciones. Es la magia de la cocina mediterránea: ingredientes sencillos que, combinados con inteligencia, se transforman en una explosión de sabor. ¿Te animas a probarlo? 🍋🧀✨