La calabaza no es solo para cremas o Halloween. Hoy te traemos una receta que reinventa este ingrediente otoñal y lo lleva al siguiente nivel: calabaza asada rellena con boloñesa de sobras de barbacoa, queso fundente y ralladura de limón. Una receta que es más una idea que una norma, porque aquí lo importante es el contraste de sabores, el uso creativo de lo que hay en la nevera y las ganas de disfrutar.
Ingredientes clave (pero adaptables)
Esta receta no tiene reglas fijas, pero aquí van las ideas base:
- 1 calabaza (tipo cacahuete o violín, que se asa de maravilla)
- Sobras de carne de barbacoa: panceta, chistorra, costilla, lo que haya
- 1 cebolla picada
- 2 dientes de ajo
- Tomate triturado natural o de bote (según tengas)
- Un chorrito de vino tinto o blanco
- Ralladura de un limón (¡el toque mágico!)
- Queso o Quesos que fundan bien.
- Sal, pimienta y especias al gusto (orégano, comino, romero…)
Paso a paso: técnica y sabor
- Asa la calabaza:
Corta la calabaza por la mitad y quítale las semillas. Hornéala con un chorrito de aceite y sal hasta que esté bien tierna (unos 45-60 min a 180°C). La carne tiene que estar blandita para poder extraerla fácilmente. - Prepara la boloñesa con lo que sobró de la parrilla:
Sofríe cebolla y ajo, añade las sobras de la barbacoa cortadas en trocitos y rehoga bien. Incorpora el tomate, un chorro generoso de vino tinto y déjalo reducir hasta que quede una salsa espesa y sabrosa. La ralladura de limón va al final para dar ese frescor que corta la grasa y potencia todo. - Monta el plato:
Con la carne de la calabaza ya asada, aplástala ligeramente y ponla como base en una bandeja. Encima, la boloñesa potente. Cubre con queso generoso y al horno otra vez, a gratinar. - Disfruta y repite con tus propias versiones:
Aquí no hay dogma, solo una idea base para que tú juegues. ¿Tienes restos de pollo asado? Van. ¿Quieres una boloñesa vegana con lentejas y soja? Perfecto. Lo importante es el equilibrio: dulzor de la calabaza + potencia de la carne + acidez cítrica + queso fundido = pura magia.
La clave está en los contrastes
- Dulce vs salado: La calabaza es dulce, así que le va de lujo algo potente como la chistorra o una salsa con vino.
- Texturas: El aplastado de calabaza como base funciona casi como un puré firme. La boloñesa le da jugosidad y el queso ese toque «crunchy» al fundirse.
- Aprovechamiento: Es una receta perfecta para no tirar nada. Con creatividad y horno, cualquier sobra se transforma en gloria.
Esta calabaza rellena es una de esas recetas que te reconcilian con la cocina casera, con el reciclaje culinario y con el puro placer de mezclar sabores que sorprenden. No hay excusa: abre la nevera, enciende el horno y ponte creativo. Porque al final, cocinar también es improvisar, y esta receta es prueba de ello.